Como ya había platicado en alguna de las entradas previas, el clima de invierno en Dubai es delicioso. A partir de finales de noviembre el día se mantiene entre los 23 y 25 grados Celsius y durante el amanecer y el anochecer oscila entre los 16 y los 20 (incluso hay días en los que baja más). Es el clima ideal para socializar al aire libre en los múltiples restaurantes, bares y cafés con terraza que tiene Dubai – terrazas que en verano permanecen cerradas -. Y no sólo eso, también es la temporada perfecta para hacer cualquier deporte al aire libre, jugar golf, tennis o andar en bici; y para este último, el lugar perfecto para hacerlo es la pista para bicis más grande del mundo: Al Qudra.

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Ubicada a una media hora de Dubai, los 87.06 km de pista que ofrece Al Qudra en medio del desierto es el lugar perfecto para ejercitarse mientras se disfruta de un buen clima y del ecosistema desértico en todo su esplendor. Andar en bici entre dunas, arena, vegetación y animales exóticos, es una experiencia que al menos en el lugar de donde yo vengo, no se puede encontrar. Es un ecosistema totalmente diferente al que estoy acostumbrada que aun y cuando no tiene prácticamente nada que ofrecer más que arena, puede ser igual de hermoso que un paisaje lleno de vegetación… especialmente durante el atardecer.

Mi esposo y yo fuimos hace algunos días por sugerencia de algunos amigos, quienes nos comentaron que es el atardecer el mejor momento para disfrutar de Al Qudra. Así que rentamos nuestra bici en Trek Bycicle Store, situada ahí mismo en la pista, y recorrimos unos 25 km aproximadamente. Comenzamos a las 4:30 pm y regresamos al punto de partida a las 6:25 pm, cuando ya había anochecido. Nos tocó suerte que hubiera luna llena porque de lo contrario los últimos minutos de nuestro regreso hubieran sido muy oscuros, ya que no hay iluminación artificial en la pista.

Para que quede más precisa la ubicación de la ciclopista, les dejo esta imagen de Google Maps que obtuve de la página mapmyride.com, en donde viene marcada con rojo la ruta completa. Nosotros hicimos el recorrido que va del punto 52 al 69, pero eventualmente queremos hacer el recorrido completo. Suena muy ambicioso decir que en un día lo lograremos, así que quizá lo vayamos haciendo por partes en diferentes días, jaja.

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Definitivamente el recorrido se fue haciendo más interesante conforme iba atardeciendo, pues poco a poco se empezaban a ver y a escuchar sonidos de diferentes animales, en especial de pájaros exóticos. A pocos kilómetros de la pista hay un oasis artificial en el que, según nos han contado, se reúnen muchas especies de animales que al atardecer regresan a sus guaridas y es cuando se les puede ver o escuchar, como fue nuestro caso. Y no sólo vimos pájaros, sino que también vimos Oryx, uno de los mamíferos que habita la península arábica. Nos tocó ver la silueta de varios Oryx en la cima de una duna con el Sol del atardecer al fondo; una imagen muy típica del desierto. Pero lo mejor fue que tuvimos la suerte de ver a un Oryx bebé a unos cuantos metros de nosotros, comiendo de un árbol. Lo increíble fue que cuando notó que estábamos cerca de él, ¡no huyó! Se nos quedó viendo fijamente como por un minuto, sin moverse, igual que nosotros a él, y cuando vio que no éramos una amenaza, continuó comiendo. Una vez que terminó, se fue tranquilamente. Mi esposo logró tomar estas fotos del pequeño Oryx:

Y bueno, después de ver al Oryx bebé, lo que más nos gustó fue el atardecer. Conforme se iba metiendo el sol, el color de la arena cambiaba de un beige clarito a un rojo cobre, teniendo de fondo un cielo pintado de naranja. Se veía increíble. Cuando finalmente anocheció, además de la luna se podían ver todas las estrellas, las cuales en Dubai nunca se pueden apreciar por la cantidad de luz que irradia la ciudad.

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Sin lugar a dudas, Al Qudra es un lugar para regresar. Es la opción perfecta para cualquier persona que quiera pasar un buen rato en contacto con la naturaleza y olvidándose del rigor de vivir en una ciudad como Dubai. Además, Al Qudra no está diseñada sólo para andar en bici, también tiene espacios para picnics y para acampar cerca de los lagos artificiales (a los cuales sólo se puede llegar en coche o con una bici especial para arena). Los que viven aquí saben que hay muy pocas actividades recreativas que se puedan hacer en Dubai sin gastar mucho dinero. Por ello creo que Al Qudra es la alternativa perfecta para dejar de lado esa rutina de gasto y preocuparse sólo por divertirse.