Pues ya cumplimos dos años en Dubai. Es increíble… ¡siento que apenas llegué!

Me acuerdo como si fuera ayer cuando mi esposo, desde Dubai, me habló por teléfono en la madrugada para decirme que la empresa se había equivocado con mi boleto y mi vuelo no iba a salir quince días después, sino que salía en cuatro horas. En ese momento, eran las cuatro de la mañana de México. Desde luego le dije que no había poder humano que lograra que en dos horas empacara y me fuera al aeropuerto. Así que mientras él trataba de que movieran mi vuelo, yo entré en una especie de pánico de saber que dejaría México en menos tiempo de lo planeado.

Dos horas después me marcó para decirme que la empresa le dio dos opciones: o cambiar mi boleto para el siguiente día, o para dentro de un mes después. Decidimos que me fuera al siguiente día.

Todo esto pasó tan rápido que no me caía el veinte de que en 24 horas me iba a medio oriente a vivir. Lo capté, entre nervios y emoción, hasta que estuve en el avión. Y bueno, ya son dos años de eso. ¡Dos años! Sigo sin creerlo.

En dos años, como todos los expats (así se les llama a los extranjeros viviendo en otro país), hemos pasado por buenos y malos momentos. Momentos en los que extrañamos muchísimo a nuestro país y a nuestra gente, y momentos en los que ni siquiera pensamos en ellos (no porque no los queramos, claro). Hay veces en las que nos preguntamos desesperados “¿Porqué tal o cuál cosa no funcionan como en nuestro país?” Y hay otras ocasiones en las que agradecemos que ciertas cosas sean distintas a las de nuestro país.

Así pasa con todos. Pero poco a poco uno se va acostumbrando a ser expat y a los usos y costumbres de la ciudad en la que por ventura nos tocó vivir.

Pero aún así, hay cinco cosas cosas de las que sigo sin acostumbrarme a pesar de ya llevar dos años aquí, y son las siguientes:

1. El calor del verano

Creo que nunca nos vamos a acostumbrar al calor y a la humedad. Aunque sea difícil de creer, Dubai es, además de caliente, húmedo. Para nada una buena combinación. Pero lo bueno es que todo, hasta las paradas de camión, tienen aire acondicionado. Si no existieran estas comodidades, la vida en Dubai sería extremadamente difícil. Por algo nunca se desarrolló esta región, ¿no?

Y si se preguntan qué tan intenso es el calor, hagan el siguiente experimento: prendan su horno a 50ºC y metan la mano –o la cabeza, si se animan-. Así se siente el calor cuando abres la ventana, cuando sales de tu casa, cuando sales del mall. En fin, cuando sales a la interperie.

2. Los acentos

Aunque toda la gente habla inglés y en las escuelas se enseña en inglés, hay tanta variedad de acentos como personas, y lograr comunicarte con la señorita de la tienda, el taxista, el mesero, o las muchachas del aseo puede ser una misión imposible. Ya me pasó una vez que tuve una conversación con un policía de mi edificio en la que no entendí nada. Nunca había hablado con alguien sin entenderle nada.

Y bueno, todavía hoy nos pasa que cuando ordenamos comida por teléfono, nos traen cosas distintas de las que pedimos porque simplemente no nos entendimos.

También pasa con las muchachas del servicio. Les pides que te limpien de tal o cual manera, y te ignoran porque no te entendieron o hacen otra cosa diferente a la que pediste.

Y la lista continúa…

3. Que se quiten los zapatos al entrar a tu casa

En casi todas las culturas orientales y de medio oriente, es costumbre quitarse los zapatos para entrar a una casa. Para ellos, la suela del zapato tiene más bacterias que los pies. Y yo sigo sin acostumbrarme a eso, especialmente cuando las muchachas que van a hacer el aseo entran y limpian descalzas, o cuando entran plomeros o personas de mantenimiento y también caminan descalzos por tu casa.

Lo que nosotros hacemos con estas personas es darles sandalias y explicarles que a nosotros no nos gusta que anden descalzos. Les cuesta trabajo entenderlo pero bueno, al final algunos las usan.

4. Usar taxi

Los taxistas y conductores de UBERS, que son en su gran mayoría son pakistaníes, manejan muy mal. Se frenan de manera inesperada, se pegan a los coches para que los dejen pasar, y manejan muy rápido. Por eso, es común escuchar a los expatriados quejarse constantemente de los taxis. Y apesar de que hay reglas muy claras para evitar que se maneje así y el procedimiento para obtener una licencia de manejo es estricto (aquí pueden leer sobre este procedimiento), estas personas siguen manejando mal.

5. Ubicarme cuando manejo

Como les conté en este post, manejar en Dubai puede ser aterrador si tu pila se termina o si tu Waze se traba. Un freeway puede tener dos o tres salidas a diferentes freeways y tienes solo unos segundos para decidir. Por eso,  perderse es más fácil que no perderse (inclusive dos años después). Y además, considerando que la ciudad está llena de obras para construir calles y freeways nuevos, las rutas cambian constantemente. A veces es tan rápido el cambio que el GPS todavía no lo tiene registrado.

No sé si en uno, dos o cinco años más me vaya a acostumbrar a esto. Pero supongo que hay cosas a las que uno ni en su país se acostumbra.

Si ustedes viven en Dubai ¿a qué no se han acostumbrado? Y si viven en otro país ¿qué es a lo que de plano no se acostumbran? ¡Me encantaría conocer sus respuestas!

¡Gracias por leerme y hasta la próxima!

DyP