Ya son casi tres años en Dubai, y en todo ese tiempo nos ha tocado vivir más de una tormenta de arena. Todas son impresionantes: la velocidad del aire y la cantidad de arena que se arrastra y vuela con él es descomunal. Y esta entrada, que la escribí en marzo de 2016 (unos días después de la tormenta), relata la primera y más intensa tormenta de arena que nos ha tocado vivir hasta el día de hoy. ¡Espero que les resulte informativa!

Este es un tema del que no he escrito por que hasta hace poco, no nos había tocado experimentar tormentas de arena. Es normal que Dubai experimente vientos fuertes y mucha arena en el aire, sobre todo entre enero y abril. Al principio nosotros pensábamos que cualquier viento combinado con arena era tormenta; pero la gente que lleva mucho tiempo viviendo en Dubai nos decía que no, que eso no era tormenta de arena. Ahora ya entendimos por qué.

La silueta del Burj Khalifa entre una nube de arena

En poco más de un mes, han habido tres tormetnas de arena. Y no solo eso, sino que enseguida de las tormentas de arena, ha habido lluvia. Incluso hace unos días hubo una tormenta con relámpagos y truenos, cosa que al menos a nosotros no nos había tocado ver aquí en Dubai.

¿Y cómo es un día con tormenta de arena en Dubai? Bueno, pues en primer lugar, salir a la calle manejando se vuelve un tanto riesgoso. En la última tormenta de arena que hubo (hace una semana) escuché que para el medio día, se habían registrado 126 accidentes de coche debido a la poca visibilidad.

Además de esto, es incomodísimo salir a la calle incluso caminando. Es tan fuerte el aire y tanta la arena volando, que es casi imposible tener los ojos abiertos mientras se camina. Además, literalmente se tiene que hacer un esfuerzo para caminar en contra del aire. Es impresionante.

Y bueno, no solo la arena se levanta con el aire. En la primera tormenta de area de la “temporada”, (que me tocó estando en la calle) el mueble de nuestro balcón acabó medio encima de una maceta. Le hubiera tomado foto si no fuera por que le di más importancia a regresar el mueble a su lugar.

Y bueno, es tan fuerte el viento que claramente puede escucharse aún con las ventanas cerradas. La tormenta de la semana pasada estuvo tan intensa y con vientos tan fuertes, que nuestro departamento amaneció tapizado de arena. Claramente podía verse una ligera capa de polvo sobre todas las superficies… ¡y esto aún con las ventanas cerradas! Nunca se había colado tanta arena.

Así amanecieron los rieles de las ventanas

Y en contraste con la tormenta de arena, al día siguiente amaneció lloviendo y estuvo nublado y chispeando casi todo el día. Esos días sí nos gustan pues casi no hay días nublados ni con lluvia en Dubai, pero sí llama la atención el cambio tan drástico de clima.

Naturalmente, al día siguiente todo el mundo hablaba de la tormenta de arena y también del día lluvioso. Todos se quejaban de la arena adentro de sus casas y de la combinación de arena y agua en sus ventanas (aquí en Dubai se olvida uno tan seguido de lo que es un vidrio limpio).

Aprovechando tal situación, una de las compañías de Dubai en donde se contratan muchachas de limpieza de medio tiempo, mandó el siguiente mensaje de texto a todos sus clientes: “Quita los rastros de la tormenta de arena de tu casa. ¡La lluvia de hoy no puede limpiar todo! ¡Llámanos!“. Incluso ofrecían una promoción si llamabas y reservabas con el código STORM.

Ahora, ¿qué es lo bueno de los días lluviosos, además de la lluvia? Pues que toda la arena que normalmente anda danzando en el viento, regresa a la tierra y se aplaca. Por un día completo se respira aire limpio y la visibilidad es perfecta.

Por ejemplo, nostros descubrimos después de un tiempo -en un día post lluvia-, que desde nuestro balcón se alcanzaría a ver perfectamente el skyline de Dubai, si no fuera por la arena.

Así es la vista desde nuestro balcón cuando no hay arena en el aire (unos cinco días al año, jaja).

Vivimos más cerca del Burj Alarab que del Bur Khalifa, y aún así, por la cantidad de arena que hay en el aire, no siempre se alcanza a ver este edificio.

¡Ojalá la vista fuera así todos los días! Pero ni modo, así es vivir en el desierto. Unos tienen exceso de nieve; otros exceso de lluvia; nosotros… exceso de arena. 

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Como siempre, no olviden dejarme sus comentarios y compartir la entrada con quienes crean que les interesa

¡Nos vemos en la próxima entrega!

DyP