Lo que les voy a platicar el día de hoy es un tema del que ya quería hablar, pero para poder hablar de ello primero tenía que vivirlo, y se trata del mes del Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes. Pero al decir ‘vivirlo’ no significa que yo vaya a practicar las conductas que se mandan para este tiempo, sino que simplemente me toca presenciar cómo la ciudad y la gente se transforman para recibir este mes.
Para los que no saben (como yo antes de llegar aquí) les explico brevemente qué es el Ramadán. Se trata de un mes de sacrificio y oración en el que se obliga a los fieles del Islam ayunar desde que sale el Sol hasta que se mete (ayunar es uno de los cinco pilares del Islam). Este ayuno comprende abstenerse de toda comida, bebida, cigarro, crítica y relaciones sexuales. Es un tiempo en el que se recuerda el mes que Dios ordenó la revelación del Corán al Profeta Muhammed y que corresponde al noveno mes del calendario lunar islámico. El inicio del Ramadán se determina cuando se ve la luna creciente después de la luna nueva. En esta ocasión, en Emiratos, inició el 6 de junio y finalizará el 6 de julio. Naturalmente, en cada país inicia en un día distinto. Al finalizar el mes de ayuno, se celebra la fiesta Eid ul Fitr (fiesta de ruptura del ayuno).
Para mí fueron muy interesantes los días previos al inicio de Ramadán, pues se siente una vibra de expectativa en la que todos están esperando que se de el aviso oficial de inicio de esta fiesta sagrada. Los fieles esperan la fecha para comenzar a ayunar… el resto de nosotros esperamos la fecha para cuidar nuestras conductas y ¡no ser multados!
Sí, leyeron bien. Los no musulmanes, sin querer, también nos encontramos ayunando en ciertos momentos del día. Por respeto a los que sí ayunan, debemos abstenernos de cualquier comida o bebida en público, de fumar y de mostrar afecto a nuestra pareja. Normalmente en Dubai hay que tener mucho cuidado al momento de mostrar afecto a tu pareja, pero en este mes, ni si quiera ir caminando tomados de la mano se permite. Cualquier persona que sea captada haciendo alguna de estas cosas en público, es multada. Y no crean que en su coche están a salvo… ¡ni si quiera en su casa! Si estás en el balcón de tu departamento, por ejemplo, tomando agua y alguien te ve y decide reportarte, te enfrentarás con un policía en tu puerta sancionándote por haber faltado a las reglas “en público”.
Los primeros días claro que se me olvidaba que estaba en el mes sagrado… gracias a Dios a mi esposo no, y saliendo de un súper, ya arriba del carro, me recordó que no podía comerme mis M&M’s. Ya me había comido unas cuantas y por suerte nadie nos reportó. Pero sí, hay que tener mucho cuidado en esta época.
Y bueno, naturalmente como todos los fieles ayunan durante el día y los que no son musulmanes, cuando están en público, también, la mayoría de los restaurantes en los centros comerciales están cerrados. Algunos restaurantes que no están en centros comerciales pueden operar pero siempre y cuando sus ventanas estén tapadas con cortinas para no ver al interior.
Incluso en los cines, las tiendas de comida están cubiertas y está prohibido comer en la sala de cine. Uno pensaría que por ser una sala obscura, en donde nadie te ve, se permitiría ¿no? Pues no. En los primeros días del Ramadán precisamente fuimos al cine y nos desilusionamos al ver que toda la comida estaba cubierta. Sin embargo, como afortunadamente nuestra película empezaba media hora antes del Iftar (así se conoce a la comida nocturna, cuando ya se metió el Sol) pudimos ordenar palomitas antes de que iniciara la película y justo después del Iftar, las llevaron a nuestros asientos. Aquí en Dubai, el Iftar es alrededor de las 19:00 hrs. Desde luego que cada día es a diferente hora.
Con todo esto, quizá han podido deducir que para algunas personas, la vida en Dubai, durante el Ramadán es nocturna, lo cual es una delicia, pues durante el día la ciudad está más descongestionada. Encuentras estacionamiento más rápido, los centros comerciales y tiendas no están llenos, como usualmente sucede, y la gente trabaja menos horas o altera sus horarios (algunos negocios cierran de 1:00 pm a 6:00 pm y abren de 6:00 pm a 12:00 am).
Después del Iftar, es evidente como poco a poco se van llenando los lugares públicos, pues la gente que estuvo ayunando durante el día sale a cenar y aprovecha para quedarse en los malls hasta que cierran, que es a las 2:00 am. Pero este estilo de vida, claro, sólo lo pueden llevar los más afortunados. Los obreros y trabajadores de la construcción deben aguantar el día bajo el sol, sin comer ni tomar agua. Para eso se ha empezado una campaña que se llama Ramadan Sharing Fridges, y que consiste en poner refrigeradores con comida afuera de las casas u oficinas, para que los trabajadores, al final del día, rompan el ayuno. Pero este tema requiere de más espacio para escribir, por lo que en la siguiente entrada les platicaré al respecto.
¡Gracias por pasar! Y como se dice para saludar y despedirse en este mes ¡Ramadan Kareem!
DyP
No manches, a mí me costaría mil trabajo sobre todo porque me olvidaría de todo lo que no puedo hacer o comer en público durante ese mes. ¡Qué experiencia tan fuerte!