Desde hace un tiempo, mi esposo y yo hemos estado ansiosos de hacer un roadtrip a Oman. Por fin la oportunidad se presentó y nos dimos una escapada de tres días a la zona montañosa de Oman conocida como Jabal Akhdar (perteneciente a la cadena de montañas Al Hajar). Aquí se encuentra el punto más alto de la península Arábiga a dos mil metros de altura sobre el nivel del mar.
Entramos al Sultanato de Omán vía Al Wajaja, entrada exclusiva para todos los expatriados viviendo en EAU (hasta el año pasado se podía entrar por Al Ain y por Hatta, pero esas entradas ya son exclusivas para nacionales del GCC). El recorrido hasta al Wajaja es de aproximadamente 1 hora 40 minutos. Añadiendo una hora que aproximadamente toma el trámite de la visa en la oficina fronteriza, son casi tres horas para por fin entrar al territorio del Sultanato.
Definitivamente lo más interesante de la ruta hasta Al Wajaja es pasar por el desierto de Hatta, cuyo desierto asemeja a un inmenso mar color cobre-rojizo, a diferencia de la arena de Dubai, que es de una tonalidad entre beige y amarillo. Al ser la primera vez que vimos el desierto de Hatta, nos fue inevitable hacer una parada rápida para tomarnos algunas fotos y caminar descalzos en la arena. Lo que me encanta de la arena del desierto es que es fina como el talco ¡y no es pegajosa como la arena del mar!
Seguimos nuestro camino y conforme nos acercábamos a la frontera con Omán, se empezaba a notar el cambio en el paisaje: de desierto a montañas; de cero vegetación a terrenos llenos de palmeras y árboles. Un cambio realmente drástico. Es increíble cómo dos países tan cercanos pueden tener vegetación tan abismalmente distinta. ¡Inclusive hay zonas de Oman en las que nieva durante el invierno! Y las sorpresas sólo empezaron ahí. Realmente la carretera, que va a lo largo de la costa del Golfo de Omán, no es aburrida, pues si prestan atención, podrán ver a lo largo de la ruta tanto de ida como de regreso, construcciones antiguas que van desde castillos pequeños, como el Bayt Ar Ridaydah (situado al pie delas montañas de Jabal Al Akhdar), algunos conjuntos de casas cuya construcción se ve que data de cientos de años, hasta pequeñas torres de vigilancia situadas en la punta de algunas montañas. Aquí les dejo algunas fotos de lo que nos tocó ver en el camino.
Pero definitivamente lo más impactante que nos tocó ver fue el Bahla Fort, protegido por la UNESCO. Está ubicado en la ciudad de Nizwa y pasamos por ahí de regreso a Dubai… no tuvimos tiempo de pararnos y entrar a conocerlo, pero ya está como prioridad en nuestra lista de destinos en Omán.
Finalmente, después de siete horas de carretera llegamos al hotel Alila, ubicado en un cañón y rodeado de vistas de las montañas Al Hajar. Es un paisaje majestuoso como ningún otro que hubiera visto antes. Desgraciadamente no me están pagando por hablar del hotel, ¡bueno fuera!, pero de todas maneras les dejo la foto de su increíble vista.
Al día siguiente nos dedicamos a explorar la zona. Visitamos un pueblo abandonado y un poco en ruinas de mediados del S. XIX, Wadi Bani Habib, enclavado en la montaña al pie de lo que antes fue un río. Pudimos ver que esa población utilizaba el sistema de irrigación de agua conocido como Aflaj, considerado Patrimonio de la Humanidad. También conocimos el sistema de cultivo que se utiliza en la zona desde hace cientos de años y que se sigue utilizando por los habitantes actuales. Hicimos un poco de off road y obviamente nos dedicamos a tomar muchas fotos. Aquí algunas de Wadi Bani Habib.
Algo muy importante de lo que nadie nos advirtió, es que hay un código de vestimenta no sólo para las mujeres sino también para los hombres que van como turistas. Al ser una zona habitada por poblaciones ultra conservadoras, los hombres no pueden entrar a conocer algunos poblados si no llevan tapadas las rodillas y los hombros. Las mujeres, como es común en la mayoría de los países musulmanes, deben llevar piernas y hombros cubiertos. Por esa razón, hubo dos poblaciones que no pudimos entrar a conocer pues mi esposo llevaba shorts arriba de la rodilla. Gracias a Dios unos locales le recomendaron de la manera más amable no entrar para evitar un momento incómodo con las personas del lugar.
Más allá de las restricciones propias de su religión, la gente local es muy amable. Como la zona está llena de pequeñas poblaciones, no es poco común encontrar locales caminando al pie de la carretera que te saludan ondeando la mano cuando pasas en tu coche junto a ellos. Inclusive, en un momento que mi esposo y yo nos bajamos de la camioneta a tomar fotos, unos niños locales que pasaron caminando se ofrecieron a tomarnos las fotos y nos invitaron a su casa a tomar té. Esto fue al final del día y ya estábamos cansados y hambrientos, por lo que les agradecimos la invitación y les explicamos que nos teníamos que ir. Llegando al hotel, uno de los empleados nos dijo que recibir una invitación a tomar té de parte de algún local es un honor y rechazarla es una falta de educación. Nos dio muchísima pena… ¡ojalá en el futuro recibamos otra invitación para aceptarla!
Al día siguiente nos regresamos a Dubai tomando la ruta hacia Al Ain, por la cual sí se puede entrar a Emiratos. Esta ruta fue más rápida… hicimos poco menos de seis horas. Contrario al viaje de ida que lo hicimos en la mañana, esta vez salimos en la tarde, por lo que nos tocó ver el atardecer en un paisaje muy distinto al que estamos acostumbrados. Fue un viaje que disfrutamos muchísimo y segurísimo que vamos a volver.
Mi recomendación es, si tienen la oportunidad, viajar a esta zona de Omán lo antes posible. La carretera que utilizamos para subir a Jabal Akhdar tiene apenas dos años, por lo que las montañas siguen, en gran parte, vírgenes. Pudimos observar que se pretenden empezar construcciones nuevas que van a quitarle un poco la magia al lugar, así que no dejen que pase mucho tiempo para visitar. Si no tienen 4×4, les recomiendo rentar una, pues es la única forma en que se puede subir y recorrer las montañas.
Por último les dejo más fotos del recorrido… espero no abrumarlos con tantas fotos, ¡pero las palabras no son suficientes para describir este lugar entre nubes!
¡Gracias por leerme!
DyP
Me estoy mega poniendo al corriente con tu blog, ¡no sé en qué momento me perdí de tanto! ¡Padrísimo su viaje y padrísima tu narración sobre él! Lo que más me gusta es que me permites explorar un lugar totalmente desconocido, que seguramente jamás hubiese estado en mi lista “Por Visitar” si tú no me lo hubieras presentado, ¡gracias!